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¿Qué es el liderazgo?
El liderazgo se define como la capacidad de una persona en influir en un grupo de forma que maximiza la aportación de cada uno de ellos para conseguir un objetivo común. En esta nueva entrada al blog queremos explicar el concepto de liderazgo e introducir el de liderazgo superlativo.
Orígenes
Los orígenes del liderazgo datan de los inicios de la propia humanidad, donde el líder de la manada era “el más fuerte”, ya que con ello aumentaban las posibilidades de supervivencia, confort y calidad de vida.
El paso de los siglos llevó a lo que denominamos “el liderazgo clásico”, que se corresponde con el liderazgo militar en la antigüedad (en nuestro caso lo fijamos del 2.300 ac hasta principios del Siglo XIX).
Liderazgo clásico
Bajo este periodo de liderazgo clásico tenemos ejemplos tan apasionantes como Alejandro Magno (356-323 ac), considerado como el estratega más grande de todos los tiempos y que logró en solo 11 años vencer a la primera potencia mundial de la época (Persia) y conquistar todo el mundo conocido en la Antigüedad. No perdió una sola batalla y logró hacer sentir invencibles a sus ejércitos macedonios gracias a un sueño compartido (objetivo común, acabar con Persia), predicar con el ejemplo (luchaba en primera línea de batalla) y ser un excepcional orador (su maestro fue Aristóteles).
Otros genios militares de este período como Aníbal Barca o Julio César tienen características militares y estratégicas similares. Sus gestas se recuerdan bajo el influjo de un liderazgo motivador, compartiendo las penurias de los soldados y a la vez sus éxitos, lo que los llevó a convertirse en leyendas.
Vemos, por lo tanto, que ese origen de liderazgo basado sólo en la fuerza de una persona evolucionó con el paso de los siglos hacia un liderazgo donde no era la fuerza sino la capacidad de inspirar e influir en grupos de personas (el ejército) para conseguir un objetivo común. Así, podemos concluir que los rasgos principales de esta tipología de líder eran la motivación, compartir los riesgos y la gloria en el campo de batalla, la planificación estratégica y el cuidado de los detalles.
Liderazgo contemporáneo
Este liderazgo militar de la antigüedad dio paso al de la edad contemporánea (siglos XIX y XX). Fue este un período donde la innovación y los avances en el armamento y las tácticas militares cambiaron radicalmente la forma de luchar.
Aquellos que lo visualizaron y actuaron con anticipación, aplicándolos antes que el enemigo consiguieron victoria tras victoria.
Aquí lo relevante no era ya sólo disponer de herramientas, (armas) más avanzadas que el rival sino también la forma de gestionar elementos clave como la logística, o el uso de infantería, artillería y caballería, (tanques en el siglo XX) de una forma diferente de tal manera que tuvieron un impacto demoledor en las batallas y en la moral del ejército contrario.
Napoleón Bonaparte, líder excepcional
El líder que mejor aglutina de forma excepcional esta tipología de liderazgo en la edad contemporánea es, sin duda Napoleón, quien manteniendo los rasgos principales del líder de la antigüedad demostró también ser un genio en la forma de gestionar sus recursos y su ejército, logrando la más alta rentabilidad y eficiencia militar de toda la historia de la humanidad.
Fue sobre todo la calidad de sus tropas (formación) y su virtuoso enfoque logístico lo que le permitió tener a toda Europa a sus pies durante años, siendo capaz de vencer a potencias europeas como Austria, Prusia, los estados alemanes o Rusia.
Se anticipa a luchar ANTES de que los ejércitos aliados enemigos “se juntaran” y así lograba tener más efectivos y más potencia de combate en cada enfrentamiento. De este modo los iba derrotando uno a uno siempre con superioridad. Su magnetismo y capacidad de influencia, no solo en el ámbito militar, completan un perfil único.
Otros líderes significativos
Otros claros exponentes de este liderazgo contemporáneo fueron Erwin Rommel y W. D. Eisenhower. El primero, con su división fantasma, fue uno de los mejores exponentes del Blitzkrieg, la Guerra Relámpago, en la conquista Alemana de Francia en 1940. El supuestamente ejército más fuerte del mundo de la época fue derrotado en solo un mes gracias a estas tácticas de guerra donde la velocidad, la astucia y la perfecta combinación de la Wehrmacht y Luftwaffe (ejército de tierra y aire) consiguieron lo que se consideraba imposible. Admirado no solo por los suyos sino por sus enemigos, consiguió que el Estado mayor británico prohibiera a sus ejércitos citar siquiera su nombre, Rommel el zorro del desierto.
El caso de Eisenhower, que no se parece en nada al anterior, ya que nunca pisó un campo de batalla, es también un buen ejemplo, ya que aunaba humildad, integridad, cercanía y un enorme poder de persuasión. Su principal mérito fue rodearse de los mejores equipos multidisciplinares de distintos países aliados (UK, Australia, Canadá, USA, Francia) y alinearlos hacia el objetivo común de derrotar el 3º Reach. Creó así equipos multinacionales de alto rendimiento que aprovechaban sus sinergias y fueron capaces, por ejemplo, de inventar los Mulberry (puertos artificiales) para desembarcar los ingentes suministros que las tropas aliadas necesitaban para cubrir las necesidades de un millón de soldados en tiempo real. Gestionar las personalidades egocéntricas de otros líderes como Montgomery o Patton, fue otro de sus éxitos. Posteriormente pasó a la política y fue presidente de USA durante 8 años.
Relación entre liderazgo contemporáneo y liderazgo superlativo
Ese liderazgo contemporáneo ha evolucionado hacia el liderazgo superlativo en el siglo XXI derivado de los enormes cambios que se dan en la sociedad a nivel mundial. La globalización, las redes sociales, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, la Responsabilidad Social Corporativa, la digitalización o la Agenda 2030 han supuesto un cambio de paradigma en las relaciones económicas y sociales.
El líder superlativo es el que conjuga las habilidades personales relacionadas con el carisma y la empatía, la visión anticipatoria para adelantarse a la competencia y la responsabilidad social tanto con el planeta como con las personas. Hoy día no se puede ser líder si no se acompaña el éxito en la gestión de personas y negocios unido a una vinculación real y auténtica con el entorno que nos rodea.
Para ser un líder superlativo e inspirar a las personas o dejar un legado vital digno de reconocimiento debemos devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado y contribuir con nuestro granito de arena a hacer un mundo mejor. En Peláez Consulting te podemos ayudar con ello, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.